DISCURSO DE ORDEN POR LA ANTIGÜEDAD
HOMENAJE A HERMANOS CON MAS DE 50 AÑOS EN LA ORDEN
DISCURSO DE ORDEN
Emilio Cassina Rivas Diciembre 18, 2010
M:.R:.H:. VICTOR RAVINES ALFARO
MM:.RR:.HH:. ALBERTO MONTEZUMA E ISMAEL CORNEJO
RR:. Y QQ:. RECIPENDARIOS DE ESTE HOMENAJE
Se me ha conferido el honor de pronunciar el discurso de homenaje para aquellos miembros de la Orden que han cumplido 50 o mas años al servicio de ella o que, en otros casos, le han prestado servicios distinguidos que, igualmente, los han hecho merecedores del aprecio de sus hermanos de logias y del reconocimiento especial de la Gran Logia del Perú, así como del respeto y el cariño de todos los que les conocemos.
Ocurre que, entre los homenajeados me encuentro yo por actos y acciones que considero muy discutibles y que, en todo caso, han permitido que se ponga de manifiesto una muy amplia generosidad del G:M y de su Gabinete, a quienes les expreso mi humilde agradecimiento porque, como vosotros sabéis, carezco de mucho. Si debo recocer en mi como en tantos de vosotros, una virtud sola: la de poder congregar, reunir a muchas personas en torno a ciertas cosas o ideales de interés común donde se pone a prueba no el egoísmo ni el afán de gloria de una persona sino que se siente cuán agradable es el trabajo en comunidad, como es que en cada acción u obra que emprendemos imitando, en nuestra pequeña medida, al A. del U; laborando como en una colmena, o como cuando se construye un edificio: cada uno desarrolla su fuerza y su talento al servicio del bien común y cuando ven que el sueño se ha convertido en realidad, porque hubo fuerza y sabiduría, pueden gozar de la alegría inmensa que proporcionan la realización espiritual y el deber cumplido. Fue así como se construyó este templo de Córpac, como el M:.R:.H:. Baquerizo dirigió el de los Halcones y como otros GG:.MM:. hicieron los de varias provincias de nuestro Oriente, de modo que nadie puede decir yo lo hice. En lugar de ello es tan hermoso decir NOSOTROS LO HICIMOS. Ya no hay celos ni envidias.
O como cuando hace 12 años, puestos en la disyuntiva de soportar agravios y la posible disolución de la Orden, optamos por luchar con fuerza por nuestra dignidad y lo logramos.
Hoy ya todo ha pasado, todo ha sido nivelado por la E. y el C. y aquí estamos, en este día, todos los que somos.
Como decía Khalil Gibrán “trabajando estáis amando la vida en realidad porque todo saber es vano cuando no hay trabajo y éste es vacío cuando no hay amor. Si no ponéis amor o si lo hacéis con indiferencia o con desgano el pan que resulte será un pan amargo que no llega a calmar el hambre del ser humano hombre; si refunfuñais al apretar las uvas, vuestro murmurar destila un veneno en el vino”.
Relevamos aquí la razón del uso apropiado de la regla de 24’’, el mazo y el cincel, porque vosotros, sin descuidar lo vuestro, dedicasteis parte importante de vuestro tiempo a la Orden; porque pusisteis fuerza al trabajo sin desgano y con alegría; porque enseñasteis a pulir la piedra bruta e hicisteis piedras pulidas..
Vamos ahora a la otra y final parte de este discurso, dedicado esta vez exclusivamente a quienes han consagrado su vida, a la Orden pues el largo tiempo brindado por ellos para su mantenimiento, su desarrollo y su progreso les ha significado tiempo valioso, estudios, concentración y trabajo, todo lo cual, luego, lo han volcado en los hermanos más jóvenes asegurando así el futuro de la masonería en el Perú en todos los valles de Occidente, Oriente, Sur y Norte; con todos los beneficios que ella comporta en orden a lo que es libertad, justicia, solidaridad y tolerancia, que son virtudes que al practicarse hacen que la vida sea digna de ser vivida.
Por eso os digo que la Antigüedad es clase, es un orgullo legítimo pero no solo por el transcurso del tiempo sino por lo aportado por cada uno, por si mismos o en conjunto: solo así somos conscientes de ello y de ostentar ese mérito legítimamente.
Tal es la razón por la cual los griegos y los romanos representaban la Antigüedad bajo la figura de una bella matrona, esbelta y de grave apostura, coronada de un laurel y sentada en un trono que se sostiene con los genios del arte; tomando con la mano izquierda un pergamino con los poemas de Homero y Virgilio mientras con la derecha ase algunos retratos de grandes hombres del pasado.
No es que la vejez está asociada forzosamente con la antigüedad porque hay antiguos que son mas o menos jóvenes por las circunstancia de sus edades cronológicas al momento de la iniciación; pero ciertamente, en promedio, la antigüedad se entremezcla con las canas y éstas se hallan emparentadas con la sabiduría
La Sabiduría es esencialmente conocimientos pero también ética y moral, esto es prédica y práctica de buenas costumbres y de virtudes. Cuando esto se logra no solo os constituís como paradigmas de los demás sino que, también, obtenéis para vosotros mismos gozo espiritual en cualquier etapa de vuestras vidas. Cicerón en el Elogio de la Vejez decía, (con alguna adecuación que le he agregado):
“El hábito de la lectura y del estudio forman la sabiduría y ésta alimenta la juventud, deleita la ancianidad y es en la prosperidad ornamento y en la desgracia refugio y consuelo; entretiene agradablemente dentro de la casa, no estorba fuera de ella, pernocta con nosotros y con nosotros viaja y nos acompaña en el campo”
Sois, pues, maestros de vida y de ello nos habéis dado tantos y elocuentes ejemplos de tenacidad en vuestras acciones y de lealtad a las logias y a la Gran Logia a las que pertenecéis.
Seguid en ese camino porque vuestra misión no ha terminado y porque no podéis sentiros cansados. El mismo Cicerón decía: “Se dice que la vejez excluye el manejo de los negocios y de las otras actividades ¿de cuáles? ¿de aquellos que acaso se manejan en la juventud y con fuerzas?. Pues que ¿no hay acaso tantos oficios y actividades en los que se pueden desempeñar los de edad madura y anciana? pues aunque el cuerpo esté débil, pueden administrarse con el ánimo y con la experiencia”
Os felicitamos y os agradecemos por vuestro glorioso lote de trabajo: Quisiéramos en este momento contar con brazos enormes para poder abrazaros a todos y darnos el beso de la paz.
Continuad pues esta lucha eterna por el bien y por la paz. Os damos las gracias por todo lo vivido y por todo lo logrado y recordad cómo es que la Orden, en sus Rituales, por medio de vosotros, les dice a los masones: el gran ideal de todos nosotros es vivir respetados y morir llorados.
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